El festival lo integraron diversos colectivos y procesos como: Instinto de vida, Circo Teatro Capuchini, Forculvida, Cooperación para el desarrollo regional, Cesoles, Mujeres pacíficas, entre otros no menos importantes, además de las familias del sector, quienes pudieron vivir actividades culturales como malabares, acrobacias, zancos, pintura, picnic, presentación de grupos artísticos, canto, venta de comidas locales. Y otras actividades como apropiación de la memoria por los miles de desaparecidos en Colombia, y fundamentos pedagógicos en rechazo a la violencia contra la mujer.
Forjar procesos culturales y sociales es la herramienta más eficaz en contra de la disociación comunitaria, en contra de la violencia simbólica y física que se viven en sectores vulnerables. Es necesario consolidar este tipo de encuentros para seguir forjando lazos y tejiendo propuestas prioritarias en la comunidad frente a intereses que atenten contra la vida y la recreación. Cultivar semillas de cambio para que la esperanza sea un hecho del mañana. Los niños y niñas que viven oprimidos por los errores de las generaciones adultas tengan en cuenta los procesos sociales como respuesta a las problemáticas que los afectas.
A continuación algunas imágenes de lo que se vivió en el encuentro, espero sea de su agrado.


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