Al mejor estilo de los conciertos de rock donde una
multitud se aglomera para ver a sus artistas favoritos, los asistentes a la VII
Conferencia CLACSO (Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias
Sociales) Medellín 2015, se agrupaban expectantes en las inmensas filas para
entrar a ver a las estrellas de la intelectualidad en acción. El primer día del
encuentro, el pasado lunes 9 de Noviembre, en una soleada mañana la fila recorría
casi toda la Plaza Mayor, donde llegaban las delegaciones de distintas partes
de América Latina: Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Argentina,
Brasil, Venezuela, México, América Central y de distintas regiones de Colombia
como Nariño, Atlántico, Valle del Cauca
y los Llanos Orientales se dieron cita para discutir alrededor de las temáticas
de las transformaciones democráticas que ha experimentado la región a finales
del siglo XX y principios del siglo XXI, para debatir en torno a lo que es la
justicia social y analizar la cuestión relativa a los procesos de paz; a
propósito de lo que vive en la actualidad el país colombiano con el intento de
solucionar de una vez por todas el conflicto armado interno entre guerrillas y
el Estado.
Los asistentes de las distintas regiones llevaban en
sus formas de vestir, sus rostros y equipajes mucho contenido de la diversidad
que representa la amerindia; mochilas, instrumentos musicales de la américa
perdida como charangos, alegres, flautas, gaitas, llamadores, güiros, maracas y
campanas sonaban melódicamente en algún momento inesperado del día y la noche.
Llegaron miles de jóvenes para asistir a esta conferencia y ser partícipes de
la construcción de conocimiento.
En las investigaciones que actualmente llevan a cabo estas
“estrellas de la intelectualidad” se cuestionan las siguientes aristas: ¿Cómo
movilizar el conocimiento en ciencias sociales y humanas hacia la sociedad?
¿Para quién estamos produciendo conocimiento? ¿Quiénes van a utilizar ese
conocimiento? ¿Cómo la sociedad está usando el conocimiento que se produce en
los claustros académicos? Se abrió espacio también para las cuestiones
existencialistas: ¿Cuál es y hasta dónde llega la capacidad de un cuerpo? ¿Qué
fuerzas constituyen a un individuo? ¿Hasta dónde puede ir un cuerpo en sus
relaciones de conexión sin dañarse ni autodestruirse?
Las temáticas relacionadas con el territorio y las etnias también tuvieron un espacio de
debate y construcción desde la academia: ¿Cómo las poblaciones indígenas
resignifican un territorio a través de la resistencia? ¿Cómo las culturas
asumen la cuestión de la naturaleza desde la simbología? Los derechos
territoriales a la ciudad y el campo tuvieron su espacio de debate: ¿Qué huella
ecológica tiene la ciudad sobre el medioambiente? ¿Qué presiones le imprime el
hombre a los ámbitos naturales? ¿Qué condiciones de contexto global, nacional y
local inciden sobre los procesos de poblamiento en las ciudades y el campo?
¿Qué tanto el extractivismo amenaza el territorio?
Hubo espacio también para discutir sobre los retos de
la academia frente a la solución de problemas como el desempleo en los
académicos jóvenes que se gradúan: ¿Cómo nos vamos a preparar para atender el
problema de la disociación entre el mercado laboral y la academia?
Todas estas preguntas fueron discutidas, debatidas,
compartidas y resueltas desde una dinámica de construcción colectiva en presencia
de los participantes de cada ponencia, taller y conferencia. Aclaro que estas
cuestiones planteadas no fueron todas las que se agotaron en este concierto del
intelectualismo, pues hubo una multiplicidad de actividades académicas de las
que se podía participar, como cortometrajes, documentales, películas y
comisiones de discusión.
Alrededor del 90% de los asistentes esta vez a la VII
Conferencia CLACSO 2015 no pasaban de los 25 años. Esto sorprendió mucho a los
coordinadores e invitados especiales que con un dejo de asombro se dirigían a
esas capas de población juvenil invitándolas a la transformación de las
sociedades y que para ello, se necesitaba tomar partido político, que el
conocimiento no se hace desde la nada, que se hace desde una posición política
reflexivamente tomada. Los problemas de desigualdad, del consumo desbordado, de
nuevas tecnologías que por un lado alienan la sociedad pero por otro prometen
ser instrumentos de revolución, de la dominación extranjera sobre la región, el
pasado de las dictaduras y los problemas actuales del medioambiente que vive la
humanidad, fueron los ejes de discusión que abordaron esos líderes: Gustavo
Petro, Luis Ignacio Lula Da Silva y José “Pepe” Mujica, fueron los líderes que
más se escucharon en la Conferencia.
Miles de jóvenes expectantes, como si se tratase de un
concierto de rock de inmensas magnitudes, chocaban en la entrada de los
recintos donde los líderes iban a dar su discurso. Como no hubo capacidad para
los casi 30000 asistentes, en las afueras de
la Plaza Mayor, lugar en el cual se llevó a cabo gran parte de las
actividades, una pantalla gigante proyectó en primer plano a cada líder. Desde
las afueras los jóvenes escuchaban casi con un silencio religioso a esos
líderes, de vez en cuando aplaudiendo y gritando en apoyo a las frases
contundentes que plasmaron sus líderes. Se escucharon dentro de los recintos
consignas en apoyo a Petro, Mujica y Da Silva los cuales agradecieron a los
líderes de la CLACSO y de la ciudad de Medellín por haberlos invitado y por
haber hecho parte de esta conferencia, en donde las temáticas del medioambiente
tomaron un papel protagónico, esas reflexiones se agendaron en la charla de
cada dirigente, no con un ánimo simplista de conservación y protección, sino
desde una óptica crítico-reflexiva que nos invita a pensar desde el trasfondo
de los daños medioambientales: la maquinaria capitalista que en su afán de
acumulación ha producido efectos sobre el entorno que sin precedentes la
humanidad había experimentado; como la explotación irresponsable de recursos
naturales para asegurar la supervivencia del capitalismo.
Fue un encuentro entre las razas de la américa
perdida, en el cual las culturas veían cara a cara sus formas de ser y de
sentir. Investigaciones que se hacen desde distintos claustros universitarios
de Latinoamérica tuvieron un lugar para ser discutidas y compartidas, en donde
distintas formas de ver y de pensar se expresaron. Distintos modelos
metodológicos, teorías de-coloniales y nuevos autores, temáticas de
investigación relacionadas con las etnias, la gobernanza, los procesos
democráticos, los cambios en las sociedades desde la desigualdad, la
contradicción entre las clases sociales que produce efectos como el aumento de
la criminalidad, se examinó el concepto de la territiorialización, la memoria,
las experiencias en los procesos de paz en distintos países y el reto de la
educación hacia el mercado laboral cambiante, fueron unos de los miles de temas
que se están investigando y que se presentaron en esta conferencia. La cultura
y la academia encontraron un espacio de interacción, de retroalimentación y de
re-conocimiento.
No queda más por decir, que de nada sirve generar
investigación si no se traslada a la cotidianidad de las sociedades, si no
formulamos problemas que emanen desde las necesidades reales de la población.
Investigación no es reproducir un modelo educativo que te permita acceder a un
prestigio académico por las altas notas que se puedan alcanzar, o por las
jugosas becas que sacas en el exterior por tus grandes capacidades académicas,
o de crear con creciente obsesión miles de millones de artículos por el afán de
la publicación que difícilmente la población utilizará y empleará para la vida
cotidiana. Por ello, hay que dejar de pensar la buena universidad como un sitio
de mera titulación. Por ello, la investigación es movilizar el conocimiento a
la sociedad, con estrategias de acceso abierto y desde el compromiso ético. Un
conocimiento orientado a la solución de problemas específicos que cambie la
cultura sobre la usabilidad de la
investigación en ciencias sociales. Hay que reconectar nuestras investigaciones
con el bien común.
“Volar como
Perseo a otro espacio, no como fugas al sueño o irracionalidades, sino de ver
con otra óptica, otra lógica, otro punto de vista.”
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