La mayoría de investigaciones sobre la prostitución parten desde la óptica de las prostitutas y sus experiencias o buscan desenmascarar la estructura explotadora de organizaciones delictivas que usan o incluso esclavizan a mujeres para ganar dinero mediante la explotación sexual. Sin negar que existan casos en los cuales se desarrollan lógicas de servicios sexuales ajustadas a las leyes y que van de la mano de políticas de salud publica en las cuales las prostitutas pueden ejercer con un mínimo de riesgos esta profesión, aunque estas experiencias son muy escasas en especial en países del tercer mundo o donde la prostitución aún es ilegal.
Camilo Vila, estudiante de Educación Social en la Universidad de Santiago ha hecho su tesis sobre las razones que llevan a los hombres a gastar dinero en la prostitución: qué piensan ellos sobre el fenómeno y cómo lo viven los propios protagonistas que mantienen este negocio. Los periodistas han acompañado a Camilo durante toda su investigación.
"Da igual mi nombre. Vivo, o mejor dicho, malvivo de la prostitución, y tengo una familia que depende de mí. Hay dos razones por las que he llegado a esto: soy mujer y soy pobre. He aceptado ponerme una... cámara oculta y mostrar a los espectadores quiénes son los auténticos protagonistas de la prostitución: los clientes. O como yo prefiero llamarlos: los puteros".
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