Neco Z Alenky, otra manera de ver a Alicia

Seguro que en tu infancia leíste una adaptación ilustrada de “Alicia en el país de las maravillas”. Probablemente viste la versión cinematográfica de Disney y te enamoraste de la oruga fumando un narguile y del gato de Cheshire rayado. Es posible que la versión de Burton haya tocado fibras sensibles a tu adolescente interior que no alcanzaron a compensar la decepción que sentiste (admitámoslo, no es lo mejor del director).

No sería extraño que te hayas identificado con la historia en algún momento y que por eso ahora tengas un cuaderno, una cobija o una pulsera de la película; o que te hayas atrevido a realizarte un tatuaje con una cita, personaje u objeto insigne del libro (googlea "Alice + tattoo" y verás de qué estoy hablando).

Quizá también conozcas otras exploraciones del libro de Carroll desde las artes visuales, e incluso puedas referenciar el largometraje del director checo Jan Svankmajer, titulado Neco Z Alenky, mejor conocido como Alice.
Poster para el Reino Unido, ilustración de Eva Svankmajerova. Tomado de http://discreetcharmsandobscureobjects.blogspot.com.co/2014/01/neco-z-alenky-aka-alice-dir-jan.html
En esta versión de 1988  se presentan casi todos los personajes de la historia clásica  por medio de recursos diversos como el slow motion, la taxidermia,  las maquetas, ilustraciones y marionetas, que ingresan al espectador en un mundo surrealista y movilizan sus sentidos. No es extraño que cuando se intenta catalogar este film, se apele a experiencias de aventura, comedia y terror al mismo tiempo, lo que resulta innovador para aquellas personas acostumbradas a pensar en “Alicia” como un relato infantil sin mayor complejidad.

El estilo de Svankmajer recrea imágenes que activan elementos arquetípicos e inconscientes en el público (la máscara que cubre a Alice en un momento dado de la película y que se rompe para que la niña emerja es un buen ejemplo), que juegan con las sensaciones de tal manera que en ciertos giros podemos experimentar asco, ansiedad, miedo o alegría, de igual manera  que durante los sueños experimentamos sensaciones vívidas. Alice logra uno de los criterios fundamentales del Arte: que entre la obra y el espectador se establezca un diálogo y un reconocimiento.

El argumento de la película consiste en presentar una invención de Alice. El espectador se traslada al mundo interior de la niña desde las primeras escenas, cuando ella misma tras haber sido reprendida con una palmada del personaje de la hermana mayor, muestra un rostro de resignación, dolor y rabia, propio de cualquier niño que lucha contra las ganas de llorar al haber sido reprimido.

Inmediatamente, en un primer plano, su boca nos advierte que lo que sigue es “lo que Alice pensó para sí” o “lo que Alice vio”, “Something from Alice”, dependiendo de la traducción. Entonces la niña procede a hablarnos desde la pantalla con la ambigüedad que caracteriza toda la obra, la misma que sustenta los famosos poemas absurdos del libro, y nos invita a ver un film hecho para niños, quizá, en el que sólo podremos ver si cerramos los ojos.

Cerrar los ojos para poder ver es una metáfora de los sueños. En efecto eso es lo que sucede. Sin embargo, la metáfora encierra el sentido de que para “ver” lo que nos muestran los sueños es necesario hallar y revelar sentidos ocultos, descubrir  misterios y las profundidades.Así, los sueños se definen por la posibilidad que abren de conocernos a nosotros mismos. Es realmente en ese aspecto en el que radica el carácter surrealista de la película. Lo surreal no está solo en su estética o en los recursos plásticos, sino en la manera en que utiliza el lenguaje de los sueños para hablarle al espectador.

Al final del libro de Carroll, Alice logra salir del País de las Maravillas cuando despierta de su sueño. El film de Svankmajer conserva esta condición y en la escena final vemos a Alice despertando, tumbada en el suelo de su cuarto. 

Como cualquier sueño, el de Alice consiste en el uso que su inconsciente hace de elementos diurnos. Por eso los objetos del cuarto de la niña son tan importantes, porque posteriormente se integran de maneras inesperadas para darle vida a los personajes. Los objetos se deforman para reinventar nuevas criaturas (fíjate no más en los objetos de los que está hecha la oruga).

Imágen tomada de https://portalseverywhere.wordpress.com/2010/09/23/alice-czech/

La puesta en escena de esta película llama mucho la atención, sobre todo por el cuidado y el detalle en la escogencia de los objetos. Definitivamente es toda una experiencia visual que hace pensar en los tiempos necesarios de producción y  realización de la obra .

Lo que Alice pensó para sí, su invención infantil, es un espacio donde es posible revelarse y crear. El sueño es un escenario de liberación en el que se reinventan las normas y los valores, es un mundo para transgredir y reelaborar los sentidos.

En este aspecto, la de Svankmajer supera con creces la creación de Disney y otras que, en comparación, resultan demasiado ingenuas.

Si te interesa la historia de Alicia, si todavía le das gusto a tu niño/a interior y si los sueños para ti significan más que una barrera entre dos momentos de la vigilia, no puedes dejar de ver esta película que, de seguro, transformará la forma de relacionarte con el "clásico infantil".






  
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Acerca Laura Sofía

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