La calle del pecado ha muerto, todo indica que es para "la curva". Remate Petronio.(Vídeos)

Con la popularidad ganada y que la sigue teniendo año tras año el Petronio Alvarez, permite abrir la puerta para desfogar la pasión fiestera (teniendo en cuenta que no es solo rumba, es revindicar la tradición de la oralidad pacifica). La presentación de los grupos musicales marca el inicio de una noche fiestera, la gente dispuesta a continuar la rumba después de las doce, sedientas de goce, decidían rematar a la mencionada calle del pecado, facilidad que daban los músicos ya que estaban hospedados en los hoteles aledaños, esto alcanzó su momento cúspide en 2009 al 2012, puesto que la calle se llenaba hasta el amanecer. Con el paso del tiempo la calle fue perdiendo fuerza, ya que los músicos son contratados para otros eventos y no se hospedaban en los hoteles cerca a la calle. Ya con la poca asistencia a la calle 9 con 13 se hacia más fácil para los dueños de lo ajeno, dándole paso a sus operativos, se volvió un perfecto atracadero para quienes se aprovechan de la euforia colectiva.

Hoy en día queda la intervención musical de los no participantes del Petronio, pero con gran espíritu artístico se encuentran en cualquier lugar de Cali a formar el "corrinche". Otro de los encuentros importantes es del barrio "ciudad córdoba", con participación mayoritaria de la gente del Oriente de Cali, que celebra al son pacifico y música comercial.

Para lo que queda hoy en la calle del pecado es poco, solo es un bello recuerdo y no me atrevo a decir que el lugar conocido como "la curva" conformado por las salsotecas de "Don Heberth" y "El Manicero" sea el nuevo encuentro para la cultura musical, pero desde el 2013 ha venido tomando mucha fuerza.

A continuación dejo un pequeño fragmento de una crónica "La semana anterior pasó un fenómeno inédito en Cali. El sábado 27 de agosto, al promediar la fría noche, cuando terminaban las presentaciones Petronio Álvarez, los espectadores del festival de música del Pacífico, en su mayoría jóvenes universitarios, hicieron una rara congregación espontánea en una calle olvidada en las páginas vetadas de la historia de Cali, la innombrable Calle del Pecado.

Esta vez, no se hizo el remate de carnaval como en tiempos de Feria, en la avenida sexta, Menga o Juanchito, tampoco en alguna de las conocidas discotecas que abundan a lo largo y ancho de la ciudad. La gente marchó como zombis alegres, algunos caminando por la calle quinta, hasta ese rincón oscuro y avejentado del que ahora dan en llamar el Cali-Viejo; a sólo una cuadra de la Cámara de Comercio y el boyante corazón de Cali (que no el corazón de Ospina) se toparon con un par de ‘callecitas’ en T, orinadas de perro y con humo de fritangueras, cuyo lastre histórico es completamente desconocido para los jóvenes caleños"1.

Estos son algunos de los momentos que se vivieron en la calle del pecado, espero lo disfruten ya que son bellos recuerdos.