El siguiente artículo no es de carácter científico ni histórico, simplemente presenta un breve análisis sobre la importancia de los centros de actividad volcánica en la incidencia de la vida en la tierra, característicos de tener vinculo entre el centro y el exterior del planeta, un contacto de elementos que mueven directa e indirectamente el medio ambiente donde se encuentran las cunas de vida.
Primeramente hacemos un recuento histórico, donde se observa que la idea de respeto y adoración son características fundamentales en muchas civilizaciones, dándole facultades mitológicas, y teniendo el puesto de Dios. De aquí se hace una breve explicación científica de lo que genera y produce las reacciones volcánicas en en el planeta
En la mitología romana “el dios del fuego y los volcanes (Vulcano) , hijo de Júpiter y Juno y esposo de Venus, forjador del hierro y creador de armas y armaduras para dioses y héroes, también tiene el nombre de Mulciber (el que ablanda) en la mitología romana y Corresponde con Hefesto en la mitología griega y Sethlas en la mitología etrusca.”.[2]
También es nombrado en la biblia cristiana como el causante de la catástrofe en Pompeya por mandato divino La Biblia dice en Génesis 19: 24 que Dios destruyó Sodoma y Gomorra una erupción volcánica cayó sobre la ciudad italiana de Pompeya.
En el continente africano también se le guarda respeto, “Los masái conocen a Ol Doinyo Lengai como la «montaña de Dios»”[3]. Actualmente Los habitantes locales dependen del turismo que atrae el volcán. Por tanto en el monte Kenia “Los kĩkũyũ viven en las laderas meridionales y occidentales de la montaña. Son agricultores y hacen uso del muy fértil suelo volcánico en las laderas inferiores. En las creencias tradicionales del pueblo kĩkũyũ, el ser supremo Ngai o Mwene Nyaga tiene su morada en volcán dormido, a donde fue cuando bajó del cielo. Creen que la montaña es el trono de Ngai en la Tierra. Es el lugar en el que los kĩkũyũ, el padre de la tribu, solía encontrarse con dios. Los embu viven al sudeste del monte Kenia, y creen que la montaña es el hogar de dios (la palabra meru para dios es Ngai o Mwene Njeru. La montaña es sagrada, y construyen sus casas con las puertas frente a ella”[4]. En ambas tribus mantienen ganado y ocupan lo que es la tierra más fértil del campo volcánico.
En la parte de América encontramos leyendas aztecas que han pasado de generación en generación desde la época del Imperio del mismo pueblo, cuyo florecimiento data del siglo XIV, y la importancia que se les daba era evidente ya que desde ese tiempo que les otorgó los nombres que actualmente poseen. Por un lado está la que nos cuenta la del guerrero Popocatépetl, este al acordarse de su amada su corazón arde en fuego de la pasión eterna, por eso tiembla y su antorcha echa humo. Por ello hasta hoy en día, el volcán Popocatépetl continúa arrojando fumarolas.
Entre otro encontramos el del cobarde tlaxcalteca que mintió a Iztaccíhuatl, presa del arrepentimiento por la tragedia que desencadenó, fue a morir muy cerca de su tierra. También se convirtió en montaña, el Pico de Orizaba, otro de los volcanes de la región, y desde muy lejos, vigila el sueño eterno de los amantes que ya nunca se podrán separar[5].
Podemos mencionar que entre Mayas y aztecas existía la creencia que los dioses vivían en lagos de lava subterráneos y interpretando que las erupciones y el fuego tenían que ver con la fuerza del sol.
Y en cuanto al turismo que ha tenido mayor impacto por mitologías volcánicas no se puede dejar a un lado la llamada Pelé, “una divinidad hawaiana femenina que vivía en el cráter Halemaumau del volcán Kilauea y tenía muy mal genio. Éste se manifestaba, claro, a través de las coladas de lava, con las que destruía bosques y pueblos pero, a cambio, formaba nuevas islas y proporcionaba fertilidad al suelo. Pelé se aparecía en forma humana antes de cada erupción, a veces como una anciana, otras como joven y solía salvar a sus devotos, castigando a los impíos. En homenaje a esta diosa se le ha dado su nombre a un tipo de volcán (el peleano) y a dos materiales de origen magmático: las Lagrimas de Pelé (obsidiana, cristal formado por el enfriamiento rápido de la lava), y el Cabello de Pelé (hebras de vidrio, lava estirada por el viento antes de enfriar)”[6].
Con lo anterior podemos decir que hay gran impacto en las culturas por este elemento geográfico en la corteza de la tierra, que tiene influencia en toda la historia sobre las formas de vida de muchos pueblos que subsisten en su entorno y como parte de un universo dinámico, los volcanes se caracterizan como deidades controladoras de los fenómenos meteorológicos imprescindibles para la producción agrícola, que era a su vez la base del sustento de las antiguas sociedades. Algunas creencias y prácticas del milenario culto a los volcanes siguen vigentes en la actualidad[7].
Iniciamos por nombrar las evidencias incuestionables de una “súper erupción volcánica en la isla de Toba, en Sumatra, fue la responsable hace 73.000 años de una de las grandes extinciones que hubieron por medio de del fenómeno volcánico. “El súper volcán inyecctó a la atmósfera una cantidad inusitada de cenizas y dejó un cráter de cien km de largo y 35 de ancho. La acción combinada de la ceniza lanzada por el volcán junto a la gran cantidad de gases de azufre emitida, tuvo el efecto de bloquear los rayos solares durante por lo menos seis años, dando lugar a una edad de hielo instantánea que, según los análisis realizados en muestras de hielo de Groenlandia, duró por lo menos 1.800 años”[1]. Muchos de estos eventos contribuyeron al cambio de hábitos de las especies que existían en el momento, y otras se extinguen ya que los rayos del sol fueron interrumpidos por la capa de cenizas que se formo en el cielo, dejando muchas plantas sin completar la fotosíntesis y no producir los frutos alimenticios para muchos de los animales de aquel entonces.
Los volcanes son considerados como el motor para la vida en nuestro planeta. “En Etiopía en el país del afars, se encuentra la montaña que fuma, el volcán Erta Alé. Este volcán es uno de los más asombrados del planeta porque alimenta un lago de lava fusión permanente, particularidad rarísima porque entre los 1500 volcanes en actividad, sólo Kilauea y Erebus, contienen un lago permanente de lava” [8]. Esto es un fenómeno natural que representa en pequeña escala lo que ha sucedido con las capas sobre nuestro globo. En un artículo, publicado en Nature[9] los científicos, Steven Turgeon y Robert Creaser, explican, cómo se produjo la catástrofe. La lava alteró la química de los océanos, y posiblemente también de la atmósfera. Posteriormente, la descomposición de los cadáveres en el fondo del mar, por las explosiones volcánicas submarinas provocó que el agua perdiera su oxígeno (anoxia), lo que agravó los efectos de la erupción y la descarga de dióxido de carbono (CO2) en los océanos y la atmósfera como nos aseguran las investigaciones. No obstante, gracias a ello, se quedaron almacenados grandes depósitos de esquisto negro, también llamado "petróleo no convencional" y al que puede sustituir en buena parte de sus aplicaciones La liberación de gran cantidad de nutrientes permitió la proliferación de vegetales y animales. Sin embargo, en sus alrededores se ha descubierto gran cantidad de bacterias anaerobias, capaces de vivir sin luz solar ni oxígeno, gracias a la energía del interior de la Tierra. Estos microorganismos forman además la base de un ecosistema formado por comunidades complejas de organismos como gusanos de tubo gigantes, almejas, mejillones gigantes, cangrejos, camarones, gambas, pulpos o peces, y cada vez son más las especies que son descubiertas. Por ello, se trata de un ejemplo de que la vida puede abrirse paso en lugares y formas insospechadas. Incluso algunos científicos han apuntado a estos fenómenos como un posible origen de la vida en el planeta. Asimismo, como explica Thierry Juteau, catedrático de Geología de la Universidad francesa de Brest y descubridor de las fumarolas negras, son el motor de la tectónica de placas, y en ellos se localizan los yacimientos de metales del futuro, que se explotarán cuando se agoten las minas terrestres[10].
Conclusión
Por último debe tenerse en cuenta el conocimiento de elementos terrestres prioritarios en la influencia de formas, tipos y estilos de vida a causa del movimiento volcánico, su incidencia en la historia de la tierra es de suma importancia, ya que son motor de vida, que al estar combinados con ciertos elementos podemos obtener aminoácidos y por ende ir construyendo las cadenas de ADN, permitiendo la evolución de las especies de los distintos reinos. Estamos en una era mediática donde interesa más el tipo de vida artificial sin tener noción de cómo funciona la naturaleza, y esto es esencial para saber de dónde venimos y para donde vamos.
En esta imagen se muestra los volcanes activos en los puntos rojos , hay sectores donde se marcan contundentemente, como en la falla del pacifico, o la costa oriental asiática, sin dejar a un lado áfrica oriental.
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[1]http://www.abc.es/20091124/ciencia-tecnologia-ciencias-tierra-vulcanologia/super-volcan-estuvo-punto-200911241016.html
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Vulcano_(mitolog%C3%ADa)
[3] es.wikipedia.org/wiki/Ol_Doinyo_Lengai
[4] http://es.wikipedia.org/wiki/Monte_Kenia
[5] http://www.inside-mexico.com/legends/volcanesesp.htm
[6] http://www.labrujulaverde.com/2011/06/algunos-mitos-sobre-el-origen-de-los-volcanes
[7] http://www.arqueomex.com/S2N3nSimbolismo95.html
[8] www.astronoo.com/es/articulos/volcanes-fuente-de-vida.html
[9] Revista virtual publicada en ingles http://www.nature.com
[10] http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/naturaleza/2008/09/17/180054.php
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