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La presentación de actos culturales en Cali se había realizado en recintos que nunca ofrecieron las comodidades requeridas, y así, desde tiempos de la Colonia, se escenificaban en la casa del Cabildo, o en lugares improvisados, hasta que se construyó el teatro Borrero, en la Cra. 4a. con calles 10 y 11, pero un incendió lo destruyó unos años después. Así hubo que utilizar el Circo Granada para ciertos espectáculos como danzas.
Fue la presentación de la Compañía de Ópera de Adolfo Bracale, en la Casa Municipal, hoy Palacio Nacional, en un escenario construido de guadua y de zinc, el génesis de lo que habría de ser el Teatro Municipal. Adolfo Bracale exclamó, al terminar la función "Que lastima que un pueblo como éste, con semejante sentido musical como el que tiene, no haya podido ver y oir, debido a las pésimas condiciones de este escenario, la presentación completa de la mejor y más popular de la producción del inmortal Verdi" (se refería a "AIDA").
--"Ya se llegará ese día; Dios quiera que cuando esto suceda, le toque a usted con su compañía, hacer el estreno" le respondió Manuel María Buenaventura.
Desde entonces, el Chato Buenaventura dedicó todos sus esfuerzos a concretar esta idea, que colocaría a la ciudad en la ruta de los principales cultores del arte.
Su primer paso consistió en proponer que el Municipio cambiara al Departamento la Casa Municipal, por la de tres pisos que poseía esa entidad en la Cra. 4a. entre calles 10 y 11, más los dos solares frente a la parte occidental del edificio de la gobernación; para sustituir la antiestética de la plaza principal por un palacio de acuerdo con la categoría de la ciudad, y la adquisición del lote, dentro del cual había gran cantidad de materiales que servirían para iniciar el teatro.
Se esperaba la oposición del Concejo según manifestaba el doctor Vicente García Córdoba, gobernador del Departamento, más autorizo a Manuel María Buenaventura para que hiciera las negociaciones.
La primera oposición surgió de los doctores Oswaldo Scarpetta y Mariano Córdoba, pues la consideraron una estafa al municipio. El segundo dijo que primero se cortaría la mano antes de acceder al pedido.
Despues de varios debates, se aprobó al fin la negociación. El Concejo que tal hizo, lo formaban Isaías Mercado, Alfonso Correa, Manuel Sinisterra, Francisco Fernández, Benjamín Martínez, Alberto Holguín, Rafael Barberi, Hernando Rebolledo, Ignacio Guerrero, Joaquín Correa, Oswaldo Scarpetta, Paulino Gamboa, José Lloreda, Mariano Córdoba y Salvador Iglesias.
La permuta quedó formalizada por acuerdo 30 del 19 de octubre de 1917, con las firmas de Ignacio Guerrero como presidente, y Victor M. Domínguez, como secretario.
La Junta de Ornato y Mejoras Públicas, presidida por Juan de Dios Restrepo y Manuel María Buenaventura, el 30 de mayo de 1916 había aprobado el acuerdo para gestionar la formación de la compañía que construiría el teatro. El municipio tomaría hasta el 25 por ciento de las acciones, para incluir el próximo presupuesto y cinco mil pesos oros.
En la sesión del 27 de noviembre, se nombraron los miembros principales de la Junta Constructora, a saber: Ignacio Guerrero, Manuel M. Buenaventura, Juan de Dios Restrepo. Como suplentes: Joaquín Borrero, Isaías Mercado, Joaquín Correa, con la secretaría de Blas Scarpetta.
Fue la ordenanza número 1 la que autorizó a la Gobernación a permutar con el Municipio con los edificios y lotes, y fue firmada por José Manuel Saavedra Galindo y Jorge Zawadsky, como secretario.
El acuerdo número 1 proveyó a la construcción del teatro, y fue firmado por Miguel Guerrero, presidente, y Alfonso Martínez, secretario, y ordenada su publicación por Leonardo Correa, como alcalde, y su secretario Manuel Millán. Fue publicado por bando el 17 de noviembre, y declarado exequible el 23, por Vicente García Córdoba y su secretario Miguel A. Lozada.
La primera sesión de la junta tuvo lugar en diciembre de 1917, en l Biblioteca del Centenario. El 11 de abril se colocó la primera piedra, llevándose a cabo l presentación de una banda de músicos. Habló, a nombre de la junta, Alfonso Martínez. La casa donde iba a construirse el teatro estaba desocupada, por haber emigrado sus ocupantes hacia el norte, luego de que el mal de San Lázaro afecto a un miembro de la familia.
Se emitieron 800 bonos, 696 comprados por el departamento. Se aprobó igualmente, la creación de una lotería, en abril 16 de 1921, de la cual se destinaría el 80 por ciento para el teatro. Pablo E. Salazar, como presidente de la Asamblea y Nicolás Ramos, como secretario, firmaron la ordenanza. El último sorteo tuvo lugar en diciembre de 1924. Se logró la exoneración de impuestos de la aduana y de fletes férreos, por intervención del presidente Marco Fidel Suárez, en visita que realizó a la ciudad. El día cumbre llegó, para inaugurar la sala principal. Ocurrió el 30 de noviembre de 1927. Había dirigido las obras Francisco Martínez. Los arquitectos fueron los doctores Rafael Borrero Vergara y Francisco Ospina; José Diaz ejecutó el dorado de los antepechos; Mauricio Ramelli los frescos del plafondo; Francisco Calderón Pérez, las instalaciones eléctricas.
Las cortinas y artesones para los palcos fueron contratados con la casa Henry Lefol de París , y eran iguales a los del gran teatro de San Petesburgo. Su costo fue de 103.509 francos. El telón de boca fue enviado en un color equivocado y se dejó como telón de fondo. Lo realizo la casa F.W. Burnett, de Los Ángeles.
La inversión realizada, sin contar el lote ni los materiales cedidos por el departamento ascendió a la suma de 364.435.45
La capacidad era de 1336 localidades, y por su escenario pasaron famosas compañías como la de doña María Guerrero, Diaz de Mendoza, Esperanza Iris, Tórtola Valencia, María Greve, Esperanza Aguilar y Maráa Ughetti.
Texto tomado del periódico Despertar Vallecaucano de Marzo de 1985.
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